El desliz | Artículo de Pilar Garcés Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Cambio de hora, tiempo perdido

La tecnología nos hace malgastar el tiempo, pero sin ella estamos perdidos. No estamos en el huso horario que nos corresponde por una decisión de Franco tomada hace más de 80 años

¿Cambiar la hora conlleva algún ahorro energético? / Unsplash

El otro día una niña de 12 años lloraba amargamente porque había extraviado el teléfono móvil en su propia casa y no lo podía recuperar, pues estaba apagado. Cuando los demás restamos importancia al problema, ya que era fin de semana, no había clases y estaba en familia, nos respondió: «¿Y todo lo que me estoy perdiendo?». No se refería solo a su existencia, sino también a la ajena. Dedicamos un tiempo precioso a las vidas de los demás, conocidas al detalle a través de los dispositivos que nos las ponen en bandeja. Esta misma semana, comenzó la mañana del martes con un inusitado silencio en el teléfono. Tampoco vibraba el reloj inteligente. Poco duró el paréntesis, porque la radio dio la noticia de la caída de WhatsApp en todo el mundo y ahí empezaron los sudores fríos por todo lo que me podía estar perdiendo. Dediqué un rato a comunicarme, con métodos periclitados, con personas que tuvieron la amabilidad de aclararme que no se habían puesto en contacto conmigo, ni me necesitaban para nada. Superado el parón, pasé otro lapso importante tratando de averiguar si me había cundido esa tranquilidad regalada y la respuesta es no. No la supe aprovechar por la ansiedad que me produjo una desconexión no buscada. Desperdicio total del tiempo arrebatado a las tecnologías a las que suelo culpar por robármelo.