Hay que compadecer un poco a Robert Lewandowski. Cuántas palmaditas en la espalda debió encajar ayer de sus excompañeros del Bayern. «Ánimo, Robert». ¿Cuántas veces pudo escucharlo? Y Robert, encogiéndose de hombros y sonriendo amargamente. Ellos, a octavos y él, a jugar los jueves, que no es día para tiburones, según la nomenclatura de Mourinho. El Barça es aún más pececito que escualo, pero Lewandowski sí es un bicho de colmillos letales. Fijo que no es lo que se esperaba cuando le convencieron de venirse aquí.
APUNTE
Falta equipo y esta es otra afición
Frenkie de Jong pelea con Gnabry en el Barça-Bayern del Camp Nou. /
Temas
Lo más visto
- La llamada que recibirás de Hacienda a partir de hoy si aún no has hecho la Declaración de la Renta
- Viggo Mortensen: "No entiendo cómo alguien puede tener algo en contra de cuidar el catalán"
- Encuesta prohibida de las elecciones en Catalunya: segundo sondeo
- Nuevo aviso de la Policía para los que tienen que renovar el DNI o el pasaporte
- ¿Quién ha ganado el debate electoral de las elecciones en Catalunya 2024 en TV3? Las puntuaciones de 11 analistas de EL PERIÓDICO