Artículo de Albert Garrido Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

La dimisión de Truss | Un síntoma de decadencia

Los vaticinios sobre el coste que iba a tener el Brexit se cumplen día tras día, y ha hecho el resto la inadecuación de las medidas para contrarrestar la desconexión del mercado único europeo, junto con la impericia de gobernantes instalados en un universo irreal

La dimitida ’premier’ británica, Liz Truss. / STEFAN ROUSSEAU

La cuenta atrás de la dimisión de Liz Truss empezó a correr el mismo día en que el Banco de Inglaterra tuvo que acudir al rescate de la libra, herida por la primera ministra en cuanto dio carácter oficial a un programa económico entre ultraliberal y desnortado, ajeno a la realidad de un momento extremadamente difícil para el Reino Unido, atrapado entre las consecuencias del Brexit y la crisis en curso que zarandea Europa. La insólita brevedad de la estancia de Truss en el 10 de Downing Street es la culminación de la cadena de despropósitos que se inició con la convocatoria por parte de David Cameron del referéndum sobre la permanencia en la UE, siguió con el mar de dudas y la inoperancia que atenazó a Theresa May y desembocó en el caos con la apabullante victoria electoral de Boris Johnson y su no menos apabullante capacidad para la extravagancia.