NEWSLETTER Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

La greña entre Esquerra y el PSC

Pere Aragonès y Salvador Illa. / ERC / EFE / ANDREU DALMAU

La política tiene mucho de escenificación. Los primeros pasos del nuevo gobierno de Pere Aragonès tienen que ver más con la etapa que se cierra que con la que se abre. Su insistencia en que sea Junts quien le vote los Presupuestos de la Generalitat hurga en las contradicciones de los de Jordi Turull para ver si salta la banca y algunos 'exconsellers' se lanzan a la aventura de escindirse. Esquerra busca la hegemonía dentro del independentismo para orientarlo hacia sus postulados y acabar con la puja de la última década. Lo arriesgado de esa maniobra es que los hipotéticos escindidos de Junts pactarían antes con el PSC que con los republicanos. A los socialistas, en cambio, les interesa la estabilidad en Catalunya por diversos motivos. Desde marcar distancias con los tiempos del PP en La Moncloa hasta su innata vocación de partido de gobierno ajeno a las estridencias de la política catalana. Pero también les va bien esa pugna permanente entre independentistas que ya les dio la victoria en escaños en las últimas elecciones catalanas, cosa que cierta prensa y ciertos dirigentes olvidan a menudo.