Artículo de Guillem López Casasnovas Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

La coyuntura económica a la que estamos abocados

Mientras mantengamos la capacidad de colocar nuestra deuda de la mano del BCE y los tipos de interés no se disparen, el cortoplacismo no afrontando reformas pendientes se va a mantener

Archivo - Imagen de archivo de una gasolinera.

Comento al lector cómo veo la situación. Me permitirán que les ahorre matizaciones y ambages. Los españoles teníamos hucha poscovid: alimentada por ertes, eran recursos almacenados al no poder gastarlos dadas las restricciones sufridas. Al abrir la economía pospandemia hemos gastado lo que ya no ingresábamos: lo hemos hecho en ‘salidas’, escapándonos de nuestro entorno más próximo, para airearnos con la vuelta a bares y restaurantes y a viajar ante cualquier reclamo. Eso en buena parte ha alimentado nuestro propio sector de servicios de ocio y turismo, que este verano ha tocado techo. Y la hucha se ha quedado a la mitad de la que teníamos. Hemos actuado como si el gasto en turismo y ocio fuese un bien de primera necesidad, lo cual ha alimentado alzas de precios, añadidos a los que imperaban en productos efectivamente de primera necesidad real: alimentación y energía.