Artículo de Jordi Serrallonga Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Más madera para la evolución humana

Hallazgos de fósiles humanos pasean por la alfombra roja durante el verano; pasado el estío, es el momento de reflexionar sobre una campaña muy productiva

Excavacion en el yacimiento

"El final del verano, llegó... y tú partirás". El Dúo Dinámico cantaba sobre un amor de verano y, con el fin del estío, también desaparecen otros amores que no son de carne, pero sí de hueso: el objeto de deseo de los científicos y científicas que trabajamos en evolución humana. Me refiero a los fósiles de homininos bautizados con nombres que no desearíamos ni para el peor de nuestros enemigos. Están a buen recaudo en varios centros de investigación, aunque, poco a poco, parece que su aureola estival se hubiera disipado. Es normal. Como ocurre en ciudades y pueblos cuando marchan los veraneantes de temporada, los excavadores han cerrado sus respectivos chiringuitos arqueológicos y paleontológicos hasta el próximo verano. Se han acabado las vacaciones académicas. Además, en tanto que, durante la tregua veraniega, los medios de comunicación tenían hueco para convertir a simples vestigios del pasado en los héroes del momento, con la vuelta al curso político y económico, televisiones, radios y periódicos otra vez van llenos de crisis y conflictos. Julio, agosto y principios de septiembre son la alfombra roja para los fósiles fantásticos, y el resto del año es el reino de los 'muggles': políticos, jueces, reyes, banqueros y otros 'sapiens' mortales nada mágicos.

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Arqueología