Un sofá en el césped

Un destello, un estruendo

Cada vez que el Barça juega en Mallorca, me asalta esta sensación de enorme desolación, una especie de tristeza profunda que el partido no hace sino confirmar

Lewandowski, en Palma. / FCB

Es muy difícil escribir sobre la nada. La nada es nada, inanición, sequía, campos estrujados donde ha desaparecido la uniformidad del cultivo para convertirse en un conjunto informe de baldosas resquebrajadas. El caos al menos tiene movimiento, desazón. La nada, ni eso. Es vacío y aburrimiento. Escribo así después de haberla visto (la nada) en un estadio que aún no sé cómo debe llamarse, porque hay quien todavía habla de Son Moix, pero otros me aseguran que todavía responde al nombre Visit Mallorca Estadi, como si Mallorca necesitara más visitas después de la marabunta que este verano ha invadido la isla. Debe ser el campo con más apellidos de la historia, o se le acerca, con lo fácil que era hablar de aquel histórico Lluís Sitjar, que siempre fue el mismo.