La espiral de la libreta Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Por un "estúpido trapo medieval"

Cuesta digerir el discurso de que el velo islámico es un símbolo de libertad

Protestas en Berlín por la muerte de Masha Amini en Irán. / Filip Singer / Efe / EPA

En septiembre de 1979, la periodista Oriana Fallaci viajó a Irán para entrevistar al ayatolá Jomeini, líder de la revolución islamista que derrocó al sah de Persia, un sátrapa. La reportera tuvo que aguardar diez días a que el clérigo barbudo se dignara recibirla, y accedió a vestirse para el encuentro con el chador, la túnica que cubre el cuerpo femenino de la cabeza a los pies, dejando tan solo al descubierto el óvalo facial. Descalza, sentada sobre una alfombra, Fallaci, como una mosca cojonera, comenzó a acribillarlo a preguntas, la mayoría referidas a la situación de la mujer bajo su régimen. «¿Cómo se puede nadar vestida con un chador?». Jomeini, a quien se le iban inflamando las gónadas, espetó al final: «Nuestras costumbres no son asunto suyo. Si no le gusta la ropa islámica, no está obligada a llevarla, porque estos vestidos son para mujeres jóvenes, buenas y correctas». Acto seguido, la entrevistadora se arrancó el sayo, calificándolo de «estúpido trapo medieval». Y se armó.