NEWSLETTER Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Madrid-Barcelona, pasado-futuro

El cartel de la Mercè de David de las Heras.  / EPC

Barcelona está de fiesta. Vuelve la Mercè. Las tertulias de la ciudad siguen melancólicas. La salida de la pandemia ha devuelto a los turistas, en menos cantidad pero a mejor precio. El templo del Eixample ha sido profanado por las 'superilles'. Las terrazas de los bares no se consolidan en las calles ocupadas por la maquinaria. La fiesta se traslada a Ciutat Meridiana sin entusiasmar a sus vecinos. Llega la Copa América de Vela. Las sedes de empresas siguen sin volver. Se recupera la alegría a pesar de la guerra que, curiosamente, pese a ser más cercana, no ha concitado ni una manifestación. Aquel 'No a la guerra' era según y cómo. Para cierta Barcelona, los rusos siguen siendo menos antipáticos que los americanos. El sectarismo conduce a este tipo de fariseísmos. La pregunta es recurrente: ¿ha caído Barcelona en la decadencia? ¿Le ha pasado Madrid por delante? ¿O Málaga según algunos? Los decadentes son algunos sectores, algunas empresas y algunas ideologías.