Análisis Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

¿A qué hora dan la reforma horaria?

Soy optimista y me atrevo a afirmar que vamos mejor, especialmente a raíz de las medidas de flexibilidad y del teletrabajo que muchas empresas adoptaron tras el confinamiento

Un hombre cambia la hora a un reloj.

Les puedo ofrecer mesa en terraza para comer a las cuatro y media. Es un poco tarde, sí. Empezamos a la una y el resto lo tengo lleno. En el chiringuito de lujo donde preparan unas paellas de muerte frente al mar, alargan el horario para comer, pero continúa siendo imposible que te sirvan a las 12. Francia está lejos y el personal no sigue aún horarios europeos. Claro que luego el teatro empieza a las ocho; ahí hemos avanzado. Cenaremos después; antes, imposible. Será fácil encontrar un restaurante con la cocina abierta hasta medianoche. Como mañana es fiesta, pues el desorden no importa mucho. Y en los laborables, ¿algo ha cambiado desde que, en 2014, un grupo interdisciplinar, liderado por Fabián Mohedano, empujara una reforma horaria para que no alarguemos improductivamente la jornada laboral, con un parón para almorzar, acostándonos tarde y durmiendo menos que la media europea? Por no hablar de la conciliación. ¿Irás tú a recoger al niño al cole a las cuatro y media de la tarde? ¡Que las extraescolares no empiezan hasta octubre! Como saben, la discusión horaria también es pedagógica. De Alemania a Portugal, la propuesta de abrir las escuelas con horario extendido, de 9 a 19h. ya es una realidad.