Artículo de Ernest Folch Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

¿Es Junts o es Convergència?

No hay una crisis de Govern sino una crisis en Junts, que ha llegado a su encrucijada final: ser a la vez un partido revolucionario y un partido de orden ya no es posible

Puigneró y Aragonès, en el Parlament. / EFE / Quique García

Dentro de 10 días expira el ultimátum que lanzó por sorpresa Junts a Esquerra el pasado 29 de agosto en una comparecencia conjunta de Jordi Turull y Laura Borràs. La política catalana, adicta a poner fechas en el horizonte, ya tiene otra fecha señalada en el calendario, sin que termine de saberse por qué esta vez era un mes, y no tres o seis. Hay un independentismo que tiene una relación acelerada con el tiempo desde que se interiorizó aquel "Tenim pressa", que en lugar de facilitar los objetivos terminó hundiendo a los líderes en la precipitación. Con esta nueva fecha Junts pretendía presionar a su socio de gobierno pero a medida que nos acercamos al plazo límite parece volverse en su contra como un bumerán. Los nervios desembocaron en otra maratoniana y estéril reunión en el Palau la pasada semana que puso en evidencia el colapso en el que se encuentran las relaciones entre los dos socios de gobierno.