Error del sistema Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Triste premio de consolación

El excomisario José Villarejo a su llegada a la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares este lunes cuando se reanuda el juicio contra él tras sufrir un accidente cerebro vascular. EFE/ Fernando Villar / Epi_rc_es

Mientras ERC y Junts se enredan en su enésima batalla, la investigación de la guerra sucia del PP contra el independentismo llega a la Audiencia Nacional, al Tribunal Supremo, a la Fiscalía Anticorrupción y al Congreso. Si la primera lid hunde en el desánimo a los que creyeron en una Catalunya independiente a la vuelta de la esquina, las cloacas policiales dan argumentos a los que alimentan la idea de una España irreformable, displicente con la diversidad, belicosa contra Catalunya y poco escrupulosa con la democracia. Bajo estas premisas, las aguas pútridas de informes anónimos y pruebas falsas; de policías corruptos, togas arbitrarias y periodistas sin reparos ni vergüenza se unen a la retahíla de afrentas contra Catalunya que el discurso nacionalista atesora. Y tan pronto se señala al franquismo como a Felipe V. Las humillaciones de la historia nunca se acaban de ir del todo. Quedan latentes, esperando el momento de regresar. No hay víctima más pura que la resucitada. Las causas del pasado siempre pueden limpiarse de contradicciones y errores.