Limón & Vinagre, por Emma Riverola Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Pere Aragonès, tras la cortina

Calla todo lo que puede y destila un tranquilo pragmatismo. Hace más por omisión que por acción

Pere Aragonès: Catalunya volverá a votar, es inevitable.

Tiberio Claudio Nerón Germánico nació en Lugdunum (actual Lyon) el año 10 a. C. Hijo de Antonia la Menor, sobrina del emperador Augusto e hija del militar Marco Antonio. Su madre lo despreciaba. “Es más tonto que mi hijo Claudio”, solía ser uno de sus insultos preferidos. Pero Claudio no era tonto. De hecho, el alejamiento de la vida pública al que le obligó la familia favoreció su talla intelectual. Uno de sus maestros fue Tito Livio, el gran historiador. Nadie creía en Claudio, pero el destino lo colocó escondido tras una cortina mientras la guardia pretoriana asesinaba a su sobrino, el cruel y extravagante emperador Calígula. Allí lo encontraron lo soldados. Temblando. Temiendo por su vida. Pero, lejos de matarlo, lo nombraron emperador. Qué manipulable va a ser, pensó el Senado