Artículo de Rafael Vilasanjuan Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Isabel II: ¿Por quién doblan las campanas?

El duelo por el último símbolo del mundo de antes apela a encontrar nuevos referentes, tras el regreso del ultranacionalismo y los populismos, que tanto daño hicieron

Isabel II de Inglaterra, en un acto en Edimburgo en junio de 2022 / AFP

Ahora, sí. Definitivamente hemos visto morir al último símbolo del siglo pasado. Lo que se dio en llamar el siglo corto -de la Primera Guerra Mundial a la caída del muro-, la reina Isabel II lo ha prolongado hasta estos días de duelo. En 70 años que ha ejercido en el trono el mundo ha cubierto un ciclo completo. La última guerra mundial dio pie a construir un mundo más seguro. Se crearon instituciones como la ONU, para encontrar el diálogo ausente en las trincheras. Se fusionó Europa para frenar las tensiones en el viejo continente, se crearon leyes de guerra para juzgar a genocidas y se acabó promoviendo una alianza atlántica, para asegurar que los valores democráticos estarían a salvo frete a totalitarismos. Todo eso que para muchos es historia se lo lleva la memoria de una reina, que sin gobernar ha sido protagonista de los grandes cambios que nos han traído hasta aquí. A través de todas estas instituciones, incluida la monarquía británica, conseguimos que el final del siglo XX fuera mucho menos convulso que su primera mitad. Es parte de un legado, que en el caso de la Reina Isabel empezó desde el primer día de su coronación, iniciando un camino de aprendizaje y compromiso, que le ganó el aprecio y reconocimiento no solo de los británicos sino de medio mundo.