La mano que mece la cuna

Manifestación contra el impuesto de gas decretado por el Gobierno en Leipzig / REUTERS/Christian Mang

Las izquierdas europeas han dejado de ser atractivas para una parte significativa de la población. Ya no representan el voto gamberro, el que zarandea al poder. Ese papel lo desempeñan las extremas derechas que han sabido encontrar un discurso populista y simplón en medio de una grave crisis económica. Los enemigos, además del migrante, son el ecologismo y el feminismo.