Error del sistema | Por Emma Riverola Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Diada negra

Hurgar de forma artificiosa en la confrontación, alimentarla desde la humillación o utilizarla para justificar lo que debería ser censurado solo enquista el desencuentro

El presidente de la AMI, Jordi Gaseni; la presidenta de la ANC, Dolors Feliu; el miembro de la Junta de Òmnium, Jordi Arcarons; y el vicepresidente de la ANC, Jordi Pesarrodona. / ACN

Tenía que ser negra. Atrás quedan los años de la alegría. Aquellos en los que se “hacía república” y se anunciaba un nuevo Estado de Europa. Cada Diada del ‘procés’ aglutinaba a centenares de miles de personas. Unas manifestaciones que, de tan masivas y de tan masivamente alentadas y celebradas por instituciones y medios públicos catalanes, parecían de todos. Pero no lo eran. Y entre esa ficción de la totalidad y la realidad de la parcialidad se fue gestando la grieta que está devorando el ‘procés’.Que el president Aragonès se borre de la cita de este año es comprensible. Ni tiene por qué acudir a una concentración convocada por una entidad privada ni está obligado a situarse en la diana de las críticas. Que se lo digan al president Montilla, cuando encabezó la marcha contra la sentencia del Estatut: recogió abucheos y un intento de agresión. Mala cosa mostrar debilidad. Aquello de hacer leña del árbol caído... No, Aragonès no está obligado, pero su negativa ahonda en la quiebra. Mala noticia para los que creyeron en la totalidad del movimiento. También cierto reconocimiento para quienes siempre supieron que en esas calles no estaban todos.