Artículo de Marçal Sintes Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Sanna Marin y el escándalo digital

Los medios ya no pueden administrar lo que se difunde y lo que no. Simplemente, ahora todo llega al público y en cantidades oceánicas

La primera ministra finlandesa Sanna Marin. / Reuters

La primera ministra de Finlandia, la muy joven -36 años- Sanna Marin, se ha convertido a su pesar en una celebridad internacional. Ha sucedido tras hacerse públicos un par de vídeos en los que se la ve bailando desinhibidamente y una foto pretendidamente erótica de dos amigas suyas besándose en la boca en Kesäranta, la residencia oficial de los jefes de gobierno. Todo aquel que quiera ver los detalles puede acceder al material con un par de clics. El asunto ha desatado una durísima campaña contra ella, que la ha obligado a pedir disculpas públicamente, así como -sí- a hacerse un test antidrogas. Sus adversarios políticos, por supuesto, han intentado, e intentan, derribarla aprovechando la polémica.