APUNTE

Examinando a Xavi

Xavi, en el banquillo de Anoeta. / Afp

Xavi Hernández parece estar a prueba cada partido. No es una injusticia. O si se prefiere, no es inusual. Sucede en Barcelona con casi todos los entrenadores, curtidos o noveles. A Xavi aún se le considera de los últimos. Está comúnmente aceptado que la experiencia de Catar no desgrava, de la misma forma que ni puntúa ni penaliza lo sucedido la temporada anterior. La urgencia presidencial de invertir a todo trapo en el presente a costa de ingresos de mañana -solo se vive una vez, el futuro empieza hoy- convierte el proyecto de Xavi en una especie de examen de selectividad riguroso. ¿Es todo lo buen entrenador que se desprende de su discurso hilvanado y su carisma barcelonista? ¿Es el entrenador inspirado del día de la Real o el apagado del empate ante el Rayo?