La dirección deportiva del Barça ha salido victoriosa cuando ha acudido al mercado a comprar. Ha sabido seducir a los jugadores, ha complacido a sus agentes (buenos colegas del presidente en algunos casos) y ha persuadido con dinero abundante a los clubs vendedores. A la hora de aligerar la plantilla propia, en cambio, toca esconder los laureles. Empujar a irse no es tan bonito, ni fácil. A Barcelona y sus playas, los futbolistas y sus familias se adaptan rápido.
APUNTE
La dicotomía de Xavi
Xavi da instrucciones desde la banda /
Lo más visto
- Lleida acumula en pocas horas la lluvia caída en más de dos años
- ¿Cómo murió Rosario Porto, condenada por el asesinato de Asunta Basterra?
- Comprobar si mi número de La Grossa de Sant Jordi 2024 tiene premio
- Alerta de la Policía Nacional sobre una estafa que puede afecta a miles de personas
- Un juzgado de Barcelona concede una incapacidad absoluta a una vendedora con fibromialgia y agorafobia