Una sorpresa inesperada. Mediodía en el Centro de Atención Primaria (CAP) de Torroella de Montgrí (Girona) y la temperatura en la sala de espera no se acercaba, ni de lejos, a los 27º recién establecidos por el Gobierno para ahorrar energía . Allí estábamos para confirmar una otitis y ya me veía saliendo con faringitis y sin poder hablar. Claro que cuando pregunté, primero a los niños, si tenían frío, su mirada fue de asombro:«¿Frío? Estamos muy bien», respondieron casi al unísono los tres. Primera en la frente. ¿La segunda? Al salir, con la otitis ya confirmada y listos para ir de cabeza a la farmacia, pregunto a las tres recepcionistas del CAP si son conscientes de que la temperatura es más baja de lo obligado. Respuesta: «No, quizás en la sala de espera se está más fresco porque hay grandes cristaleras y la temperatura está graduada para cada ambiente». En cualquier caso, en la instalación no había ningún medidor objetivo de la temperatura real. Y, de haberlo habido, ¿hubiese servido para algo?
610,8 km Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos
Una ley poco acondicionada
El Gobierno ha convertido en decreto ley lo que no debería reglamentarse, sino ser una recomendación
Un mando de aire acondicionado, a 2 de agosto de 2022, en Madrid (España). El Gobierno aprobó en el Consejo de Ministros de ayer, 1 de agosto, un Plan de Choque de Ahorro y Gestión Energética en Climatización para reducir el consumo de energía en edifici /
Lo más visto
- La FGE sustituye a la fiscal de Madrid por el fiscal superior de Extremadura en la querella de la pareja de Ayuso contra dos fiscales en su caso de fraude
- Este domingo puedes visitar el bosque del Prat que solo abre 10 veces al año
- Muere Carola Miró, la esposa del expresidente de la Generalitat Quim Torra
- Cómo ver el concierto gratuito de Madonna en Copacabana
- Un muerto en un tiroteo al lado de la parada de metro de Maresme-Fòrum de Barcelona