Artículo de Josep Maria Fonalleras Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Un gintónic con hielo excesivo

Es probable que cuando acabe el verano y se nos hayan agotado las ganas de celebración el hielo vuelva a la normalidad. No sé qué va a pasar cuando llegue el momento de las restricciones de verdad.

Preparación de un gintónic, la bebida de moda. / FERRAN NADEU

Tengo un amigo que es un fanático del gintónic. Sin embargo, a diferencia de muchos de los que aman este combinado y quieren vivir experiencias extremas y, en consecuencia, prueban nuevas sensaciones organolépticas, él no comulga nada con las modas y siempre pide (o se hace, en su casa) un gintónic convencional. Es decir, ginebra y tónica. Y hielo, mucho hielo. Cuando lo bebe en un bar pide sobre todo que le llenen la copa con hielo 'excesivo', una cantidad desmedida de cubitos de hielo que (cuando comprueba que, efectivamente, se lo sirven así) desata su más alta pasión por el combinado. Como todas las bebidas frías y con burbujas, contiene la máxima virtud en los dos o tres primeros sorbos. Después, se agua y se desbrava o se calienta. Para mi amigo, lo importante es que se mantenga lo más frío posible. Los entendidos dicen que es allí donde reside el verdadero secreto de este cóctel y por eso hay establecimientos que incluso tienen congeladores hechos a medida para que el cubito sea contundente y robusto y no se deshaga a media consumición.

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