Artículo de Cristina Manzano Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Tiene que llover

No es que llueva menos, sino que el cambio climático está acelerando y profundizando las consecuencias de su ausencia

El río Var, que nace en Los Alpes y desemboca en Niza, absolutamente seco en uno de sus tramos. / SEBASTIEN NOGIER (EFE)

Los robles de los Pirineos han empezado a perder la hoja, en pleno verano. Según los biólogos, es una forma de defenderse de la falta de agua. En otros lugares de España ya se han impuesto restricciones, en medio de la enésima ola de calor y tras un invierno especialmente seco. No es algo inusual en nuestro país, pero sí lo es en Francia, en Italia o ¡en Suiza!, donde se enfrentan a una de las sequías más agudas desde que se tienen registros. Incluso en Polonia han tenido que suspender el servicio de 'ferries' en el Vístula en algunos tramos, por la caída del nivel del río. Lo mismo podría llegar a suceder en el Rin, una de las vías fluviales más importantes del continente.