Hace un año, sobre estas fechas, observaba ojiplático cómo una persona se estaba bañando en el mar con una mascarilla tapándole la boca. Aquel agosto, el de 2021, el miedo a morir por culpa del covid-19 estaba aún presente en mucha gente. Los adolescentes –y menos jóvenes– embroncaban las zonas de playa con fiestas de madrugada ilegales para celebrar el hartazgo de año y medio de confinamientos y temores. Los holandeses volvían a conducir hasta nuestros destinos, para hacer cola a partir de las siete de la tarde en los restaurantes especializados en pollos y ensaladas. Hoy, estos holandeses han regresado. Los padres, sobre el arenal, bebiendo cerveza, y los hijos absortos mirando sus móviles debajo de los parasoles.
610,8 km Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos
Evitar alarmas innecesarias
Ahora toca generar un nuevo relato futurista. Los más cenizos, que llevan predicando el fin del mundo tal como es, consideran que nos acercamos a la 'era Mad Max'
El calor no frena el turismo de calle, que crece más que en la prepandemia /
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