Pros y contras | Artículo de Emma Riverola Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Toxinas

La ministra de Igualdad, Irene Montero. / Epi_rc_es

Sin voluntad de repartir carnés de exclusividad, es evidente que el feminismo más activo se mueve por la izquierda. No fue hasta 2018 que el PP y Ciudadanos empezaron a reivindicar su trozo de pastel violeta. Sí, es mayoritariamente de izquierdas. Y así nos va. Es difícil saber qué ha sido primero. Si la pulsión autodestructiva de la izquierda se ha colado en el feminismo o si la polarización por el tema trans en el feminismo ha añadido toxinas a la izquierda. Sea una u otra la palanca, el resultado salta a la vista. Las cuitas se multiplican. El gobierno progresista se debilita.