Artículo de Xavier Bru de Sala Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Del lado bueno de la historia

Hemos transitado de un tiempo en el que se podía elegir, ejem, entre dos lados buenos de la historia a un presente en el que solo existe un lado. Lo podemos criticar, podemos sentirnos tan incómodos como nos apetezca, pero solo hay un lado bueno

El presidente de EEUU, Joe Biden, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la jornada inaugural de la cumbre de la OTAN, en Madrid. / DPA / STEFAN ROUSSEAU

Encarados como estamos al día a día, a menudo nos pasan por alto los cambios más relevantes. Hemos transitado de un tiempo en el que se podía elegir, ejem, entre dos lados buenos de la historia a un presente en el que solo existe un lado. Lo podemos criticar, podemos sentirnos tan incómodos como nos apetezca, pero solo hay un lado bueno. El otro es el de los invasores y destructores de un país democrático y europeo, y por si fuera poco, los causantes de la mayor parte de los problemas que sufrimos y sufriremos. El lado bueno se llama OTAN, o si quieren edulcorarlo, Occidente, Occidente hasta Japón. Hasta tal punto hay un solo lado bueno, que la llamada guerra de civilizaciones ha terminado antes de empezar. El lado bueno es el de la cosecha de reverencias diversas a Joe Biden en la gira por Oriente Próximo. Incluso lo entienden los talibanes de Afganistán, que han renunciado a patrocinar o amparar a terroristas a cambio de bula para reinstaurar el islamismo más feroz en casa.