Artículo de Manel Esteller Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Desde Nueva York

En EEUU la carrera científica es más compatible con la idea de la meritocracia, pero acarrea riesgos personales. En Europa, primero se asegura el contrato de la persona, y luego, muchas veces, no se le dan los medios económicos necesarios para realizar una investigación competitiva

Dos científicas en un laboratorio. / Epi_rc_es

Han tenido la amabilidad de invitarme a la New York University como profesor de investigación durante el verano. Una excelente oportunidad para actualizar conocimientos e iniciar colaboraciones científicas en una de las más prestigiosas instituciones de Estados Unidos. He visitado la ciudad con anterioridad muchas veces; la primera ocasión cuando era un adolescente, a mediados de los 80. La gran metrópoli ('Gotham') ha experimentado muchos cambios. El principal, en mi modesta opinión, la mejoría en la seguridad, ya que calles y barrios que eran intransitables se han convertido ahora en iconos de los turistas. Un punto actual que no me gusta de esta ciudad, a la que adoro, es el olor a marihuana que impregna muchas zonas; su consumo ha sido legalizado recientemente. La multiculturalidad sigue presente y quizá más acentuada. Continúa siendo, para mí, la capital del mundo. Por ello, los extraterrestres que visitan la Tierra siempre aterrizan en Nueva York (seguro que Hollywood no tiene nada que ver). Para las ciencias biomédicas es un paraíso, porque tienes a escasa distancia varios centros de los mejores a nivel internacional, especialmente en investigación del cáncer. Por poner unos ejemplos, además de la New York University tenemos el Memorial Sloan Kettering Cancer Center, el Mount Sinai Medical Center y las universidades de Cornell y Columbia. Les querría hablar un poco en este sentido de las diferencias y formas de vivir la carrera científica en un lado y otro del Atlántico.