En el último día en una casa se mezclan el auge y la crisis. Tienes razones para sentirte bien y mal. De hecho, estás alegre y triste al mismo tiempo. No sabes cómo estás, en realidad. Una casa atesora su época de oro y su desgaste. Y entonces, te vas. No te mudas de una casa después de siete años y te crees que no pasa nada. Pasa. Pasan muchas cosas. ¿Qué pasa exactamente? Eso ya no lo sé, pero pasa. Las personas se construyen sobre los sitios en los que residen y que van abandonando por otros, y luego por otros, y así sucesivamente, hasta que un día alguien dice de uno «vivió en 13 casas y después murió», y en ese momento a lo mejor se entiende todo lo que pasaba con cada mudanza. Mi hija lleva tres días llorando porque no quiere marcharse del piso viejo, después de dos meses entusiasmada con la idea de irse al nuevo. Le pregunto qué es lo que más echará de menos, y no responde. Le pregunto otra vez y me dice «ay, papá, cállate ya». No hay quien nos entienda, y quizá eso es lo mejor de nosotros, que no se sabe bien por dónde cogernos.
Parece una tontería | Artículo de Juan Tallón Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos
Último día
No te mudas de una casa después de siete años y te crees que no pasa nada. Pasa. Pasan muchas cosas
Empleo en el sector de las mudanzas.
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