Artículo de Jenn Díaz Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Derechos distópicos

No nos tenemos que justificar. No le debemos a nadie una situación de precariedad, una violación o que nuestra vida peligre para que se nos conceda el derecho al aborto

Protesta contra la decisión del Supremo sobre el aborto en EEUU. / Feed

Cada vez que el derecho al aborto, en cualquier lugar del mundo, vuelve a ser cuestionado o vulnerado, llegan las justificaciones para hacernos merecedoras de él. Historias y más historias de embarazos no deseados frutos de una violación. O embarazos de riesgo que no pueden salir adelante porque peligra la vida de la mujer o la persona que gesta. O embarazos de menores. O matrimonios forzados. Situaciones dramáticas, dignas de un capítulo de 'El cuento de la criada'. Escenas distópicas, que no nos podemos creer, que nos estremecen... que justifican que, incluso aquellos que están en contra del derecho al aborto, se lo repiensen. ¿Qué harías, si tu hija fuera violada y se quedara embarazada? ¿Qué harías, si la vida de tu hija peligrara con el embarazo? Para convencer al adversario —toda una red organizada para no permitir que los derechos sexuales y reproductivos sean universales— hemos de dibujar un escenario apocalíptico.

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