Artículo de Desirée de Fez Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Desmitificar a los maestros

La duda razonable no está reñida con la admiración más honesta y genuina

Fotograma de la película ’La isla de Bergman’ / Archivo

Uno de los debates cinematográficos (extensible a otros ámbitos) de los últimos años gira en torno a la pertinencia o no de observar las obras del pasado desde una perspectiva contemporánea. ¿Es buena idea? ¿Es justo arrojarle a una película de hace 40 años las preocupaciones del presente? ¿Es más razonable analizarlas teniendo en cuenta el momento en que se hicieron? ¿O es posible encontrar un término medio, leerlas en su contexto pero siendo conscientes de que lo que está mal ahora es más que probable que también estuviera mal entonces? Estas y otras cuestiones han sido abordadas los últimos años en abundantes artículos periodísticos, charlas en eventos especializados (festivales, cursos) y, por supuesto, redes sociales. Evidentemente, por la complejidad, la cantidad de matices del asunto y la novedad del enfoque (siempre se ha releído el pasado, pero me atrevería a decir que la necesidad imperiosa de juzgarlo desde una óptica presente es bastante nueva), hay opiniones variadas y para todos los gustos.

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