Un sofá en el césped Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Nadal y la leyenda de polvo de arcilla

Nadal eleva los brazos al cielo por su victoria en París / AFP

Vaya por delante que no soy nada 'nadalista'. En el olimpo particular, cada uno tiene a sus ídolos y, de los modernos, he sido siempre de Federer, de la misma manera, y por razones opuestas, que fui de Nastase en su tiempo. Y soy del suizo por diversas razones: la primera, y no menos importante, porque es elegante y suizo, es decir, porque es un caballero que calla y porque no atiende a las llamaradas patrióticas, como la mayoría de suizos.