Artículo de Carles Francino Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Un país de ingratos

En 30 años hemos pasado de organizar unos Juegos Olímpicos que asombraron al mundo a que descarrile una candidatura conjunta entre Catalunya y Aragón

La bandera olímpica. / EP

"Soy dolorosamente nostálgico. Me lo tendría que hacer mirar”. No es usual que alguien admita su querencia hacia lo que muchos consideran un sentimiento trampa, o un síntoma de debilidad. Pero Pedro Simón es un zamorano con las ideas claras en el periodismo, un gran contador de historias en 'El Mundo'; y sin muchas manías para desnudar el alma a través de la literatura. Dado que los libros no caducan, he devorado con ganas 'Los ingratos', que le valió hace un año el premio Primavera de novela. Me resulta imposible no percibir en sus páginas el aroma de un paisaje rural en verano, pachangas en cualquier era que se pusiera a tiro, incursiones al río de turno, trastadas que desesperaban a padres o vecinos, y cabronadas a animales que hoy, de conocerse, serían -justamente- castigadas con linchamiento en las redes.