Artículo de Guillem López Casasnovas Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Sanidad privada: ’quo vadis’

A falta de un marco claro y transparente, algunas aseguradoras están postulando por las concesiones públicas o por la concertación de sus servicios dentro del sistema público

Colas en el CAP Casc Antic de Barcelona durante la pandemia. / MANU MITRU

No está nada claro qué pasará con la sanidad privada más allá de que crecerá: no se ve cuál de sus componentes se llevará la mayor parte del pastel. Hasta ahora, las aseguradoras dominaban la provisión: muchas se beneficiaban de la inercia de la población –cada vez más envejecida– en algunas comunidades, donde habían cubierto las lagunas de la sanidad pública en el pasado, empezando por las mutuas de los autónomos; después, por los convenios de los funcionarios, y finalmente, por complementar algunos aspectos deficientes de la prestación pública. Sin embargo, estando ahora las pólizas con primas presionadas por acuerdos colectivos de empresa, o bien las aseguradoras se mantienen pagando mal a los profesionales o acabarán colapsando los propios servicios, difuminando esa parte de la aureola de calidad percibida que ha tenido asistencia privada. Es probable que en el reajuste la prestación hospitalaria recupere posiciones, a la manera en que se perciben hoy algunas tecnologías, acomodaticias de expectativas de intervenciones sanitarias que actúan como reclamo. De ahí algunas inversiones que se están produciendo en el sector hospitalario, aunque algunas de ellas no alcanzan todavía la rentabilidad esperada.