QUEMAR DESPUÉS DE LEER

El desafortunado B. S. Johnson

Vuelve por fin a editarse la extravagante caja novela del clásico aún en el margen del experimentalismo británico, un escritor que obsesionó a Jonathan Coe hasta el punto de convertirle en su biógrafo, y que trató, por todos los medios, de liberar a la novela de la idea de la novela

Ilustración L.F / Sara Martínez

Una caja puede contener una novela. De hecho, puede ser lo único que la contenga. Eso se dijo Bryan Stanley Johnson, más conocido como simplemente B. S. Johnson, el más famoso escritor inglés experimental de finales del pasado siglo. Convencido de que el mundo después de James Joyce no merecía una literatura que no abrazase, incluso físicamente, el caos, Johnson hizo todo lo posible por desmontar, trascender la propia idea de novela. Quiso el tipo que aprendió latín a solas jugar a convertir cualquier historia escrita en un bosque frondosamente lúdico. Y siempre oscuro. En un artefacto, en su caso, literal. Al menos, así ocurre con 'Los desafortunados' (Rayo Verde), una novela que es en realidad un montón de páginas sueltas, libres, dentro de una caja.