Artículo de Jordi Puntí Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

La música no tiene edad

Los festivales de verano se han convertido en el gran evento cultural de nuestro tiempo. Han salvado la música en directo y son masivos centros de negocio

Mick Jagger y Keith Ricarhs, de los Rolling Stones, durante un concierto en el estadio Wanda Metropolitano, en Madrid, en junio de 2022

En el fin de semana del Primavera Sound, con Barcelona llena de jóvenes turistas que desayunan a las tres de la tarde, una reflexión: los festivales de verano se han convertido en el gran evento cultural de nuestro tiempo. Han salvado la música en directo y son masivos centros de negocio. Mientras viejos festivales como los de Monterrey en 1967, Woodstock en 1969, Harlem en 1969 (vean el documental 'Summer of Soul'), Glastonbury en 1971 o Canet Rock en 1975 trasladaban un componente ideológico de protesta, ahora los grandes festivales funcionan como fenómeno transgeneracional que garantiza la continuidad de la historia musical. Incluso como máquina del tiempo. Así, en el Primavera, entre artistas que acaban de salir del huevo, actúan leyendas como Bauhaus, Kim Gordon, Nick Cave, Mavis Staples o Maria del Mar Bonet.