QUEMAR DESPUÉS DE LEER

El lugar del que procede Eleven

  • Stephen King noveló en ‘Ojos de fuego’ la paranoia que se extendió en EEUU a finales de los 70 cuando se dijo que la CIA había empezado a usar a niños como cobayas para probar las posibilidades del control mental

  • Los hermanos Duffer recogieron el guante ampliando los poderes del personaje de King Charlie McGee

Ilustración Eleven

Existía una nota final en 'Ojos de fuego', la novela de Stephen King que los hermanos Duffer, Matt y Ross, los creadores de 'Stranger Things', leyeron en una noche siendo adolescentes y que les permitió, mucho después, crear a Eleven, la chica capaz de derrotar monstruos, y hacer cientos de miles de cosas más, con la mente. Era una dedicatoria que por alguna extraña razón no aparece en la edición de mi ejemplar en español de 1993. Decía algo así: "A mi hija Naomi, que todo lo ilumina, y que me ayudó a entender lo que es ser una niña lista camino de los 10 años. Ella no es Charlie pero permitió que Charlie sea ella misma". Charlie es Charlie McGee, la protagonista de la novela, una niña capaz de hacer arder cualquier cosa limitándose a mirarla fijamente.