Artículo de Natàlia Cerezo Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

La muerte del albatros

Margarita Leoz trabaja sus textos hasta su extenuación: es una artesana

Un albatros en la playa Muriwai, cerca de Auckland. / GLENN JEFFREY / REUTER

Un hombre llega a un pueblo retirado de la costa para ejercer de médico. Poco a poco, su pasado se va aclarando, y pesa. Pesan la pérdida, los errores, la tristeza, presentes en cada recuerdo, en cada gesto del protagonista, que escucha los cuerpos de sus pacientes como escucha su pasado, y que se deja arropar por la rudeza salvaje del entorno y de sus habitantes. 'Punta Albatros' (acantilados asolados por el viento y con el césped despeinado, una isla de acceso difícil, la playa de Nadie), tanto el lugar donde se desarrolla el libro como el título de la última obra de Margarita Leoz, es un espejo de ese purgatorio donde se ha exiliado voluntariamente el protagonista, pero en el purgatorio también hay belleza y redención.