Está claro que no quieren, pero ¿y si no pueden? Oímos los lamentos de los restauradores: no encuentran camareros. No se puede generalizar, por supuesto. Hay negocios en los que nunca falta personal y hay jóvenes que aceptan las largas jornadas. Pero la realidad es que buena parte de los habitantes del tristemente llamado ‘país de los camareros’ solo piensan en huir. Los mayores del sector argumentan que el trabajo es duro y que siempre ha sido así. Una mal disimulada crítica a los jóvenes: son débiles, unos malcriados. La invectiva es inaceptable cuando hablamos de negocios que solo se sostienen a base de la explotación de los trabajadores. Pero ¿y si además de no aceptar condiciones de vergüenza son muchos los que ya no pueden más?
Pros y contras | Artículo de Emma Riverola Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos
La rebelión de los camareros
Oímos los lamentos de los restauradores: no encuentran camareros. Pero ¿y si además de no aceptar condiciones de vergüenza son muchos los que ya no pueden más?
Un camarero sirve una copa de vino a varias mujeres en una imagen de archivo.
Temas
Lo más visto
- La FGE sustituye a la fiscal de Madrid por el fiscal superior de Extremadura en la querella de la pareja de Ayuso contra dos fiscales en su caso de fraude
- Este domingo puedes visitar el bosque del Prat que solo abre 10 veces al año
- Muere Carola Miró, la esposa del expresidente de la Generalitat Quim Torra
- Cómo ver el concierto gratuito de Madonna en Copacabana
- Un muerto en un tiroteo al lado de la parada de metro de Maresme-Fòrum de Barcelona