Artículo de Imma Sust Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Regla autónoma

Mírala, siéntela, suéltala y huélela. Tu regla eres tú.

Mujer con dolor menstrual. / Jonathan Borba |Unsplash

Lo que no se dice, es tabú. Y durante muchos años, las mujeres hemos escondido nuestra regla. Primero con el dolor, camuflado con el dolor de espalda o con la migraña. Cualquier cosa te permitía ausentarte de clase o del trabajo siempre que no dijeras la palabra menstruación. Luego, con el tráfico de tampones y compresas. Que parecía que nadie los podía ver. Recuerdo aquellos intercambios en el colegio, disimulando y pasándonos entre amigas las compresas bajo mano sin que nadie lo viera. Luego, el pánico a mancharse y el olor que nuestro cuerpo desprendía cuando teníamos la regla. La sociedad y nosotras nos esforzábamos mucho para mantener vivo el tabú. Pero como sabéis, las mujeres estamos cada vez más empoderadas, y si el succionador de clítoris sacó a nuestro potente órgano sexual del armario, la copa vaginal lo ha hecho con la regla.