La universidad, motor de la igualdad de género

Bettina Kadner hizo añicos el techo de cristal de la aviación española al conseguir ser la primera mujer piloto en 1969, además de convertirse en una de las impulsoras del Centro de Estudios Superiores de la Aviación (CESDA), adscrito a la Universitat Rovira i Virgili. La vocación de Kadner nació al acompañar a su madre, que tenía una empresa de señalización de carreteras y aeropuertos. Ver los trabajos de pintura en las pistas de aterrizaje despertó su imaginación y sus ganas de volar. Dar alas a todas las mujeres para que puedan llevar a cabo su vocación, sin frenos adicionales más allá de su mérito y esfuerzo, es clave para conseguir una sociedad más justa y plena. Los jóvenes de hoy son sensibles a las cuestiones sociales y medioambientales. Las instituciones, empezando por la universidad, deben transmitirles el mensaje de que un mundo sostenible y socialmente responsable solo puede lograrse si se basa en una verdadera igualdad entre hombres y mujeres. ¿Cómo podemos promover la igualdad de género como valor fundamental en la universidad y en la sociedad? Naciones Unidas considera que la igualdad es la base y el pilar fundamental sobre la cual se asientan transformaciones posteriores. Por ello, en nuestras universidades estamos desarrollando planes estratégicos con indicadores para evaluar si se alcanzan los objetivos de igualdad que perseguimos. En este sentido, es esencial que se disponga de todos los datos de la institución desagregados por sexo, para poder hacer una valoración correcta. ¿Cómo podemos promover un liderazgo sensible al género para la próxima generación? Lo primero es dar protagonismo a iniciativas como la de las siete rectoras que nos hemos aliado para frenar la brecha de género en la universidad. En la Universitat Rovira i Virgili (URV) hemos decidido realizar una acción proactiva, al reconocer con el Doctorado Honoris Causa, durante cuatro años, solo a mujeres. Esto nos ha permitido hacer un salto cuantitativo importante ya que del 12%, en el periodo 1992-2018, se ha pasado a un 25%, en el periodo 1992-2022. Entre ellas figuran, por ejemplo, la referida Bettina Kadner, o Pilar Benejam, fuertemente implicada en renovación pedagógica, o Marina Subirats, precursora en España de la investigación feminista o la destacada investigadora María Vallet. Necesitamos dar voz a todas nuestras mujeres universitarias: estudiantes, profesoras, investigadoras y personal de gestión y administración, para empoderarlas como líderes en todas las actividades, haciendo de todas ellas verdaderas embajadoras del nuevo papel de la mujer. Necesitamos proponer mujeres líderes para animar a las generaciones jóvenes (mujeres que, por ejemplo, han destacado como líderes de proyectos europeos, como Manola Brunet, Carmen Claver, Ciara O'Sullivan, Marta Schumacher o Sandra Contreras, entre otras muchas, que destacan en numerosos otros ámbitos) Y debemos eliminar, con medidas de financiación y otras, los obstáculos derivados de la responsabilidad excesiva que asumen las mujeres en el cuidado de los hijos o los más mayores. Durante la pandemia los clásicos roles asociados a las mujeres se compartieron en el seno de las parejas, pero ahora existe un alto riesgo de que vuelvan a ser responsabilidad femenina, pasado este periodo de excepción. Nos jugamos mucho. Iniciativas para reincorporar a las investigadoras tras un periodo de maternidad, o velar por el cumplimiento del plan de igualdad de género dentro de los contratos programa de centros, facultades y departamento son aspectos cruciales. De acuerdo con el ranking Times Higher Education, que evalúa la aplicación de los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, la Universitat Rovira i Virgili ocupa, en la edición de 2022, la posición 43 en el cumplimiento del ODS 5 de Igualdad de Género de entre las 938 universidades de 101 países evaluadas, ocupando la primera posición entre la universidades españolas participantes. La URV quiere seguir estando a la cabeza de las verdades políticas de igualdad de género. Más que nunca, necesitamos el talento y la visión del mundo de nuestras profesoras, investigadoras y estudiantes. Solo si incorporamos la perspectiva femenina en todas las áreas de conocimiento podremos hacer frente a los complejos problemas a los que hoy se enfrenta la sociedad. Así lo expuse en las jornadas de la Asociación Europea de Rectoras (EWORA), celebrada en la Universitat de València este mismo mes y en la que participaron rectoras de diferentes países de Europa. Una muestra de la necesidad de reforzar el papel de las mujeres en los diferentes ámbitos de trabajo; en este caso, el universitario.

La universidad, motor de la igualdad de género

Un mundo sostenible y responsable solo puede lograrse si se basa en la igualdad entre hombres y mujeres

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