En el Reino Unido, el humor, la comedia, tiene su propio premio literario. Lo patrocina un vino espumoso y lleva el nombre de un clásico de lo descacharrante: P. G. Wodehouse. En realidad el premio no se llama únicamente como el creador del ridículo Bertie Wooster y su fiel y listísimo mayordomo, Jeeves, sino que tiene un nombre de lo más retorcido y, claro, cómico. Se llama Bollinger Everyman Wodehouse Prize. Pero el nombre no es lo que importa. Lo que importa es que se falló por primera vez el año 2000, un año antes de que muriera, absurda y fulminantemente, Douglas Adams, el famosísimo autor de 'La guía del autoestopista galáctico', en un gimnasio de Montecito, California. Y que en su cuarta edición lo ganó su más aplicado y curioso discípulo: Jasper Fforde.
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Vuelve Douglas Adams, por Laura Fernández
Anagrama acaba de fundar la Biblioteca Galáctica, con la que recupera la obra de esa ‘rara avis’ con un solo discípulo que fue el autor de ‘La guía del autoestopista galáctico’ y devuelve a sus lectores la esperanza de que al fin vea la luz su última pieza, aún inédita
Vuelve Douglas Adams
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