Artículo de Ernest Folch Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Las imbecilidades de Ayuso

La papilla ideológica de Ayuso se nutre del tradicional supremacismo hispánico, del odio atávico hacia la izquierda y del fanatismo católico-monárquico, todo aderezado con un neoliberalismo de última generación

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, durante el acto de entrega de medallas de la Comunidad de Madrid y las condecoraciones de la Orden del Dos de Mayo. EFE/Mariscal

Es habitual que Isabel Díaz Ayuso diga imbecilidades, y es también habitual que pasen desapercibidas, o peor aún, se integren en la vida política como algo normal o, como máximo, como una excentricidad casi graciosa. La presidenta, protegida por sus medios afines y una corte de empresarios que le deben sus negocios, sabe que sus palabras tienen escasa penalización o incluso son alabadas porque cada vez se equipara más la salida de tono a la inteligencia, como si decir algo fuera de lo común fuera por definición brillante. La última ocurrencia ha sido decir que "en Madrid no hay clases sociales", y esto lo dice la presidenta de una comunidad que efectivamente tiene la segunda renta media más alta de España pero, a la vez, con más de un millón de personas viviendo en el umbral de la pobreza. Este pasado fin de semana tuvo la valentía de acusar al nacionalismo catalán de crear "corruptelas" solo unas semanas después de que fuera pillada 'in fraganti' en el turbio asunto de las mascarillas en el que estaba implicado su hermano: cualquier otro habría optado por callar, después de que el propio y ya difunto secretario general de su partido lo denunciara en público, pero ella, crecida otra vez por los halagos, ha decidido ser fiel a su carácter y hacer como si nada hubiera sucedido. Sin embargo, con estas declaraciones ha conseguido tapar las anteriores, las que efectuó en su discurso patriótico del 2 de mayo. Porque si las manifestaciones sobre política y economía de Ayuso son fascinantes, las históricas no tienen pérdida.