Artículo de Natàlia Cerezo Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Granizo

Una de las paradas de libros instaladas en el paseo de Gràcia sale volando el día de Sant Jordi. / RICARD CUGAT

Primero éramos dos sentados en una mesa plegable, cada uno con su libro delante. Hasta última hora el Ayuntamiento no ha decidido si montaría la feria, me contó la librera cuando llegué, aún desembalando libros, aunque ya eran más de las 11. Mira de reojo el cielo, cubierto de nubes espesas, como si estuviéramos bajo la tripa de un gato gordo. Un viento frío levanta las banderas de las paradas, y la gente va del brazo, abrigada con chaquetas y bufandas como si fuese noviembre.