Pros y contras | Artículo de Emma Riverola Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Abajo y arriba

La fotografía del momento es desalentadora. Aun así, urge convocar la esperanza

Un hombre sujeta una cruz, tras el entierro de un familiar muerto durante la guerra en Ucrania, en la ciudad de Chernihiv. / ZUMA / DPA / CELESTINO ARCE LAVIN

Es imposible enfrentarse a la información sin que se te produzca un nudo en el estómago. La guerra en Ucrania no tiene visos de final y la amenaza nuclear no es descartable. Nada lo es tratándose de Putin, menos aún si se siente débil y acorralado. La cesta de la compra da la medida exacta de la dificultad del momento. Pensar en el invierno próximo produce estremecimientos. De frío. Corren los ansiolíticos y los antidepresivos. La ultraderecha va a aprovechar –lo está haciendo– de cada dificultad. Las exprime con saña, deshonestidad y desvergüenza. El PP aún no encuentra su lugar y la izquierda anda haciendo equilibrios, y que no caiga. Se normalizan discursos de odio que creíamos superados. La podredumbre empieza por dentro.