El vídeo del alcalde de Caldes de Malavella tiene momentos ciertamente esperpénticos. Blande un hacha y conmina a los ocupantes de una casa de su propiedad a desistir de su acción mientras uno de ellos graba la escena con movimientos espasmódicos y una chica, con el culo en el suelo, se mantiene impávida frente a la acometida pendenciera de Salvador Balliu. No se acaba de entender, porque ciertamente hay violencia -al menos una amenaza visible y contundente, con un arma-, pero la chica tranquila no parece que sufra mucho por su integridad. No creo, sinceramente, que el alcalde, por lo que sé, pensara en un final tipo 'La matanza de Texas', hacha en mano, pero es evidente que una actitud así no corresponde a la de un magistrado de su rango. La oposición ha pedido que dimita, pero en una encuesta del 'Diari de Girona', donde han participado unas 1.000 personas, un 95% se proclama a favor del regidor de los destinos de un pueblo que, como dicen desde el Gobierno municipal, tiene un notable problema de “ocupaciones delincuenciales”. El ejemplo que ha dado es pavoroso. Hay que entender el nivel de indefensión legal, pero también estar atentos a este tipo de somatenes tan vigorosos y pendencieros.
Pros y contras | Artículo de Josep Maria Fonalleras Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos
La acometida pendenciera del alcalde de Caldes de Malavella
No creo que Salvador Balliu pensara en un final tipo 'La matanza de Texas', pero es evidente que una actitud así no corresponde a la de un magistrado de su rango
Salvador Balliu, alcalde Caldes de Malavella. Intenta echar a okupas con una hacha
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