La salud está determinada por múltiples factores, en algunos casos bastante intuitivos, como la edad o la genética, pero también por otros que pueden parecer más ajenos, como el nivel de estudios, el nivel socioeconómico o el género. Todos estos factores sociales, culturales y económicos cristalizan en el entorno (nuestras localidades, espacios de trabajo, barrios, familias…) y son determinantes a la hora de que las personas adopten o no hábitos de vida saludables. Por ejemplo, pertenecer a un estrato social bajo incrementa las posibilidades de que consumir tabaco o padecer obesidad, siendo ambos factores detonantes de enfermedades cardiovasculares, pulmonares y oncológicas. Me gustaría, por lo tanto, dirigir la mirada a estos determinantes sociales que deberían ayudarnos a priorizar la salud en general y prevenir el cáncer en particular.
Ágora | Artículo de Ramón Reyes Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos
¿Es el tabaco el enemigo público número uno de la salud?
La mayoría de los fumadores comenzaron el hábito cuando eran adolescentes. /
Lo más visto
- Yolanda Díaz insta a la patronal a pactar la reducción de la jornada "antes de verano" o legislará sin ella
- MAPA| Así se ha repartido la lluvia que cae desde el viernes en Catalunya
- El reembolso de Hacienda que miles de jubilados van a recibir si han cotizado estas fechas: así se solicita
- Cambio importante en los radares de la DGT: ahora saltarán a estas velocidades
- Hacienda advierte: el cambio en la declaración de la renta para los que cobran más de 35.200 euros