Artículo de Joaquim Coll Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Estamos en guerra, digámoslo

Estamos metidos en una conflicto largo, cruel, y que solo puede acabar mal o muy mal para todos

Zelenski pide a España que deje de hacer negocios con Rusia y recuerda Gernika: Imaginen que estamos en abril de 1937

La intervención de Zelenski en el Congreso fue importante no por lo que dijo, nada nuevo en realidad, más allá del acertado paralelismo con Guernica, sino porque el aplauso en pie de los diputados evidenció lo que todavía no queremos reconocer: nosotros también estamos en guerra. Aunque, extrañamente, ahora las guerras ya no se declaran. Para la Rusia de Putin, tras 42 días con casi todo su ejército desplegado en Ucrania, no hay guerra alguna, sino solo una “acción militar especial” para “desnazificar” el país vecino. Tampoco el Gobierno ucraniano ha respondido declarándole la guerra. Los duros castigos económicos que en Occidente hemos ido aprobando contra la Rusia de Putin son medidas para provocar la ruina de quien antes has declarado tu enemigo. Pero ahora se adoptan sin una declaración previa de beligerancia. También nos mostramos orgullosos de enviar armas al Gobierno de Zelenski, las nuestras propias o comprándoselas y regalándoselas, claro está. Estamos alimentado el conflicto y queremos ver a Putin sentado en el Tribunal Penal Internacional por crímenes de guerra, pero oficialmente no hay guerra alguna. Sería injusto desmerecer la valiente resistencia ucraniana, pero sin nuestra importante ayuda no habría empantanamiento de las hostilidades. Y, sin embargo, no acabamos de ser plenamente conscientes de que estamos en guerra, militar y económica.