Análisis

Segunda fase de la guerra

La invasión rusa apunta a una ocupación de las zonas fronterizas ante la pertinaz resistencia ucraniana

 El cadáver  de un soldado ruso yace en el suelo frente a un vehículo blindado ruso BTR-82 destruido, en el pueblo de Nova Basan, Ucrania. / REUTERS/Serhii Nuzhnenko

Tenemos muchas ganas de hablar de esta guerra en pasado, pero parece todavía pronto. A la hora en que los tanques rusos se van de Kiev, el país está bajo los escombros, al menos uno de cada cuatro habitantes ha tenido que abandonar su ciudad, y el temor a nuevas ofensivas sigue siendo el principal obstáculo para que los refugiados que han logrado cruzar una frontera sientan que haya condiciones para pensar el regreso. Menos aun si provienen de Mariúpol, una ciudad asediada y devastada, o de las regiones fronterizas con Rusia. No, la guerra no acaba, la violencia sigue siendo descarnada y las fuerzas completamente desiguales.