Cambio climático: menos 'blablabla' y más acciones

La conciencia de que debemos poner remedio a la emergencia climática la tenemos, cómo hacerlo y sobre todo qué podemos hacer cada uno de nosotros nos preocupa y nos interpela. Y sabemos que, en algunos sectores, se deben llevar a cabo cambios masivos y sistemáticos para que tengan el impacto decisivo que necesitamos en la lucha contra del cambio climático. Y sabemos que los edificios son una importante fuente de consumo energético y de emisiones de CO₂. Tanto es así que, después del transporte, es el sector con un consumo energético más elevado, casi un 40%. El 80% del parque edificado aquí en Catalunya es obsoleto y no cumple con las prescripciones que se piden para lograr los parámetros de sostenibilidad y emisiones. Hace falta pues actuar sobre estas edificaciones. Esto se puede abordar desde diferentes aspectos, querría destacar tres. En primer lugar, es fundamental mejorar el aislamiento y la estanqueidad del edificio. Es decir, incidir sobre el envoltorio -la piel del edificio-, que implica actuar sobre las fachadas y las cubiertas. Y es que, si no se transmiten el frío o calor desde el exterior, no necesitaremos incorporar tantos kilovatios de energía. En segundo lugar, no podemos dejar de lado la procedencia de la energía que consumimos, si es fósil o renovable, y si tenemos la posibilidad de apostar por el autoconsumo en nuestra comunidad. En tercer lugar, hay que tener en cuenta los sistemas relacionados con la energía que utilizamos, como la calefacción, el aire acondicionado o los electrodomésticos, que tienen que ser eficientes y saber optimizar su uso. Europa trabaja con decisión para fomentar la renovación de nuestros hogares. Los fondos ‘Next Generation’ tienen la voluntad de incentivar la rehabilitación con ayudas directas y fomentar la conciencia ciudadana. Sin ningún tipo de duda, la rehabilitación es residual en Catalunya, pero no solo por razones económicas, sino también porque no hemos sabido trasladar y entender la importancia que tiene para la vida de las personas. La Comisión Europea también está ultimando su última directiva europea de eficiencia energética de edificios. Con su aprobación, pasaríamos del edificio de consumo de energía casi nulo de la directiva precedente al edificio de cero emisiones, muy eficiente energéticamente, y con energía suministrada por fuentes renovables provenientes ‘in situ’ por un sistema urbano de calefacción y refrigeración. También hemos podido conocer que establecerá el pasaporte de renovación energética, que fijará la hoja de ruta de prestaciones necesarias del edificio, su coordinación con otras mejoras y su financiación. Se trata de una herramienta muy valiosa para acordar la acción estratégica de las administraciones y los particulares. Con el pasaporte dispondríamos de más datos de los edificios, que nos ayudarán a tomar decisiones más acertadas. Entre otras acciones, la futura directiva también exigiría un plan nacional de renovación de edificios que permita que en 2050 el parque edificado esté constituido por edificios de cero emisiones. Para hacerlo posible, tendrá que contemplar la evolución del parque para los años 2030, 2040 y 2050, y disponer de los mecanismos financieros y participativos para diseñarlo. Este documento será evaluado cada cinco años por la Comisión y garantizará la consolidación de las estrategias de renovación como el elemento clave de las políticas de los países miembros. Como vemos, Europa está impulsando la transformación del sector de la edificación para hacerlo más sostenible y equitativo. Ahora bien, debemos estar a la altura. Es responsabilidad de la administración concienciar la ciudadanía con una campaña transversal, integral y ambiciosa, donde se integren todos los departamentos afectados; derechos sociales y vivienda, transición energética y la ICAEN, la agenda urbana y la agenda 2030, pasando por hacer difusión en las escuelas porque el mensaje es muy sencillo y al mismo tiempo complicado. Tenemos que actuar colectivamente por responsabilidad y por el bien de las personas y el planeta.

Cambio climático: menos 'blablabla' y más acciones

La rehabilitación es residual en Catalunya, pero no solo por razones económicas, sino también porque no hemos sabido trasladar y entender la importancia que tiene para la vida de las personas

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