No busquen en estas líneas una sola concesión al pacifismo. No la hay. Vladimir Putin es el señor de la guerra y solo entiende ese lenguaje. El resto es banal, pura palabrería para pensar que podemos detener una carnicería con sanciones y buenas palabras, mientras dejamos a la población de Ucrania en manos criminales. Desde que accedió al poder, Putin no ha parado de ampliar su control sobre territorios que considera propios, mediante la utilización de la fuerza. Chechenia fue el primero. Emulando a Stalin, Putin ha conseguido mantener esa región caucásica como un satélite, sometiendo a toda la población. Le siguió Georgia, solo ocho años después. La invasión de las tropas rusas siguió entonces un patrón muy similar al que ahora aplica en Ucrania. Apoyó a regiones supuestamente separatistas en Osetia y Abjasia, con el objetivo de debilitar al gobierno soberano en Georgia, abortar el sueño de integrarse en la UE y recortar una parte de su territorio con gobiernos satélites.
Guerra en Europa Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos
¿Adiós a las armas?
A Hitler hubo que pararle, la diplomacia no logró apaciguar su ansia. Con Putin esa sintonía empieza a sonar igual.
Rusia bombardea depósito de almacenamiento de petróleo en Ucrania /
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