GOLPE FRANCO

Oda apasionada a Dembélé

 Dembelé protesta por la pérdida de tiempo en un saque de banda / Jordi Cotrina

En el banquillo parece purgar un pecado capital de desobediencia o de lujuria, así que se tapa los labios con el equipaje oscuro que le da el Barça a todos los que esperan en ese lugar de penitencia a entrar o no entrar en la cancha, que es de lo que trata el oficio que eligió entre los que están disponibles para un muchacho que corre. Cuando sale al campo, empujado por quienes administran esa cárcel de oro, recibe desde la grada un jarro de agua helada que sólo acalla, luego, la inevitable incertidumbre de su juego.